1
De la información
al descubrimiento inteligente
Si los consumidores (o sus agentes de IA) no pueden encontrar su marca, no importa nada más.
Eso significa aparecer en las búsquedas tradicionales, los marketplaces, las búsquedas visuales y, cada vez más, en los resultados basados en LLM. Las marcas deben repensar el SEO para la era de la IA, tratando el contenido no sólo como marketing, sino como una guía legible para sistemas inteligentes.
2
De la omnicanalidad
a la multimodalidad
Sus puntos de contacto comerciales deben ser flexibles para adaptarse a los modos del consumidor, ya sea que esté navegando casualmente o comprando con urgencia.
Eso requiere sistemas de diseño modular, personalización en tiempo real y arquitecturas que ofrezcan contenido de forma dinámica en función del contexto y el comportamiento.
3
Del monólogo
al diálogo íntimo
Olvídese de la personalización habitual. Los consumidores ahora esperan interacciones que parezcan una conversación: que tengan en cuenta el contexto, sean específicas de la marca y útiles en todos los canales.
Eso requiere consolidar los datos básicos de los consumidores (historial de compras, preferencias), entrenar la IA en su tono de voz y diseñar experiencias que evolucionen con cada punto de contacto.
4
De la expresión
de marca estática a la predictiva
En un mundo generado por la IA, la uniformidad es una amenaza creciente. Las marcas deben codificar su ADN único (visual, verbal y experiencial) en los sistemas que dan forma a las interacciones con los clientes.
No se trata sólo de consistencia. Se trata de construir una marca viva y ágil que se muestre de manera inteligente e inequívoca, incluso cuando no se tiene el control de la interfaz.